2 de julio de 2010

No te pases

Ahora, después de duros años de trabajo y muchas horas de reflexión he podido entender aquello que nunca conseguí definir y que ahora me atrevo a confirmar: es un error.

Cuando uno es novato en estas materia, en su afán por definir correctamente las diferentes aplicaciones de la marca y haciendo uso de un desmesurado corporativismo, repite la marca y sus elementos de manera abusiva convencido de que aquello que hacemos otorga mayor coherencia corpórea a las diferentes propuestas de identidad visual corporativa.

Entonces, después de algunos bocetos, aparecen las propuestas finales que pronto se convertirán en material impreso. Tras varias semanas o meses de trabajo, y después de mirarlo y volverlo a mirar, descubrimos lo inesperado: el resultado final no nos convence, sobra algo.

Cuando esta situación se produce en repetidas ocasiones, es cuando la reflexión nos lanza una invitación y nos concede esos minutos maravillosos y valiosísimos en los que, por fin, analizamos y descubrimos aquello que tanto nos inquieta: nuestra propuesta de identidad visual corporativa es excesivamente repetitiva y cansina.

Por ello, el resultado final de un buen ejercicio de coherencia gráfica, no depende de la excesiva presencia de la marca, sino de la combinación y disposición de sus diferentes elementos y recursos gráficos y estéticos en los diferentes soportes. Dicho con otras palabras: NO TE PASES, si abusas acabarás aburriendo y provocando una negativa imagen de marca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario